LA COMPRESIÓN

La compresión es, en primer lugar, una actitud mental fruto de voluntad, una de las voces más significativas del verbo amar. El compromiso ma´s serio para los padres es precisamente el de crear en la familia un cultura de la comprensión. Las relaciones familiares no pueden ser prifunda y constructivas sin una verdadera comprensión.

Las personas comenten errores con lo hijos, los parientes y los otros miembros de la familia, no porque sean malas. Simplemente no hacen ningún esfuerzo para comprenderlos realmente. Son los analfabetos del corazón. Es precispo hacer un cambio de lógica.

Normalmente se pienza que cuando dos personas estan en desacuerdo, una forzosamente tiene la razón y la otro esta equivocada. En cambio, amenudo ambos tiene razón, cada uno desde su punto de vista.
Comprender significa no juzgar. El que juzga quiere tan solo protegerse a sí mismo: en vez de compararse con otro, se da por satisfecho pegándole una etiqueta. El problema ea que cuando se juzga y se ponen etiquetas, se termina interprétandolo todo los comportamientos del hijo bajo el rotulo de la pereza y el hijo sin duda lo hallará autoritario, ferozmente crítico, un tirano. El comportamiento del padre provocará una fuerte resistencia en el hijo, que será vista como una ulterior prueba de la pereza y así, el padre doblará las críticas y las actitudes autoritarias. Eso puede convertirse en un engranaje infernal.

El primer resultado de una real voluntad de compresión es la confianza y el sistema educativo de Don Bosco es, sobre todo, una pedagogía de la confianza.